El Bañuelo
Por
suerte se conservan seis baños en
Granada: el baño de Fernando de Zafra en la calle de Elvira, de las Mercedarias
en la plaza del Padre Suárez, el de la calle del Agua del Albayzín, el resto de
la calle Moral Alta en el Realejo, el resto de la plaza de San Agustín y el Bañuelo o ḥammām al-Ŷāwza (“baño del Nogal”) en la Carrera del Darro, que es el más relevante:
El
Bañuelo se halla en la Carrera del Darro
frente a los restos de la bīb al Difāf o “puerta de los Tableros” en la
zona del Albayzín Bajo. Fue levantado en la época zirí bajo las profecías del visir
judío Samuel ibn Nagrāla, y reformado en las etapas almohade y nazarí.
Este
baño era un ḥammām
público que ayudaba al mantenimiento de la mezquita
de los Conversos en San Juan de los Reyes. Tras la Pragmática contra las
costumbres moriscas de 1567 aplicada inmediatamente
contra los baños, se fue deteriorando y se reutilizó construyendo dentro de él
una gran pila para lavadero popular en el siglo XVIII que desmontó Leopoldo
Torres Balbás entre 1929-1932 cuando expropió el edifico y lo restauró.
E aquí una pequeña descripción:
En la sala fría se conseguía el contraste frío-calor para limpiar los poros de la piel y la sala templada está rodeada por galerías de arcos de herradura apeados en columnas sin basas, como en el Baño del Alcázar Califal de Córdoba (s. X), que se copiará en los baños de al-Andalus. La mayoría de los capiteles son reaprovechados de épocas anteriores, uno romano y la mayoría califales traídos de Córdoba y Medina Azahara, otro de la etapa zirí (siglo XI), y alguno de la etapa almohade (ss. XII-XIII), añadido en la reforma que parece se hizo en esa época.
La
zona central se cubre con una gran bóveda. La sala caliente tiene dos pilas que
se abren en el muro de fondo, pero les faltan las losas de mármol que las
cerrarían. Una era para agua fría y otra para agua caliente que se calentaba
con la caldera, y de ellas cogían el agua los usuarios para lavarse echándosela
por el cuerpo. No eran pilas de inmersión porque al ser utilizado por tantas
personas no serían higiénicas.
En
la zona del servicio estaba la caldera que sería de bronce o cobre, pero por
desgracia no ha sido encontrada. El horno es subterráneo y en él se introducía
paja y leña ardiendo para calentar el suelo superior, que estaba sostenido por
una serie de pilares de ladrillo. Para expulsar el humo y gases tóxicos de la
combustión del horno había unas chimeneas que subían sobre las bóvedas para
eliminar el humo del horno.
En
la zona de servicio estaba también la leñera y la escalera que accedía a las
bóvedas de las salas. El baño del Nogal se surtía de agua con un ramal de la
acequia que corría por la calle de San Juan de los Reyes, que se almacenaba en
un pequeño aljibe que se construyó en la zona de servicio.
Actualmente está abierto al público, y forma parte de la visita de los Monumentos Andalusíes.
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