El Baño árabe o Hammam

 


Durante el periodo andalusí (VIII-XV), el hammam o Baños árabes (hammamat en plural) eran uno de los elementos arquitectónicos identitarios de la ciudad. Eran privados cuando pertenecían a palacios y públicos en las mezquitas (pues era esencial para el rezo). El Hammam tomó su estructura básica de las termas romanas. Estos baños se surtían de una acequia y/o aljibe y generalmente poseen una serie de estancias clave:

1.   La sala de recepción que sirve para vestirse, desvestirse y como sala de reposo y reunión. En esta zona siempre hay un retrete.

2.   A continuación, se pasaba a la sala fría, e inmediatamente a la sala templada, de mayor dimensión.

3.   Finalmente se entraba a la sala caliente en la que aparecen una o dos pilas llenas de agua que se calentaba con la caldera que estaba oculta en la zona de servicio.

4.   La sala caliente se completaba con la zona subterránea u “horno” (al-furn), en la que se echaba la leña que calentaba el suelo de la sala caliente, que se sostenía con una serie de pilares.

5.   También hay una escalera de servicio para que los trabajadores del baño pudieran subir a las bóvedas de las salas.

El calor que se transmitía desde el furn al suelo de la sala caliente y, desde allí, hacia la templada, era la base para producir el vapor: al echar agua sobre la superficie caliente se evaporaba.

Las personas de la época se desnudarían, pero llevarían puestos unos zuecos para no quemarse los pies. Para controlar la densidad del vapor los trabajadores del baño bajaban y subían los cristales que cubrían las lucernas (maāwī o kuwā) en forma de estrella, que se abrían en las bóvedas de las salas.

Sabemos la configuración y el funcionamiento de los baños árabes, ¿pero cómo eran usados por la población andalusí?

Se alternaban hombres y mujeres: hombres por la mañana y mujeres por la tarde con personal exclusivamente femenino. La explotación, cuidado y limpieza lo llevaban a cabo una serie de mozos, muchos de ellos esclavos, y en él había además masajistas, y maquilladoras que utilizaban el almizcle o la genna para fiestas y ceremonias importantes.

Los ammāmāt tenían diferentes valores y usos:

💧Higiene;

💧Ritual para el baño integral de purificación que hacen los creyentes tras las grandes festividades (por ejemplo, ruptura del Ayuno al finalizar el Ramadán).

💧Uso terapéutico a través de la hidroterapia, más común en el amma, baño natural de aguas termales (Alhama de Granada).

💧Búsqueda de placer corporal, propio del hedonismo islámico como canta la poesía andalusí.

💧Lugar de reunión donde se charlaba de temas políticos o cotidianos. 

Además, socialmente tenía un aspecto clave para: el ammām fue para la mujer islámica uno de los pocos espacios públicos de reunión en libertad sin el control masculino.

Si quieres conocer algo más sobre los Hammamat de Granada, y sobre el Bañuelo ¡pulsa ahí!

O también, puedes conocer el por qué de la importancia del agua en el Islam.

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