La Red Hidráulica de Granada
El
emplazamiento de Granada no es casual. Se caracteriza por tener una extensa red hidrográfica, gracias a su
clima y a la Sierra Nevada, que favorece los aportes pluviales. Así nacen
muchos arroyos que conectan con Darro o Genil, entre otros. Existen además acuíferos
en los montes cercanos que generan manantiales y fuentes.
Los
Ziríes, tras la toma de la Cora de Elvira, se dieron cuenta de que Granada era
una opción más interesante. En la Colina del Albaycín comenzaron, entonces, a
crear acequias medievales para dotar
de un buen suministro de agua a la ciudad y cultivos. Por su parte, la construcción
de sistemas hidráulicos coincide con
el gobierno de los dos últimos emires ziríes (1038-1090), lo que permitió el
desarrollo urbano de la Qadima y la incipiente madinat.
Algunas de las Acequias más importantes que ofrecían agua a la ciudad:
💧Acequia Gorda, o Acequia de la Ciudad posteriormente, por tener un ramal que alimentaba una fuente en la Puerta de los Alfareros;
💧 Acequias de Aynadamar o Fuente de las Lágrimas, que traía el agua hasta la colina del Albayzín desde la Fuente Grande de Alfacar - permitió poblar la colina del Albayzín (abasteció a la zona del alcázar y llegó a toda la población gracias a una red de aljibes públicos vinculados a las mezquitas);
💧Acequia del Cadí, que discurrió por encima de la Acequia Gorda y permitió alcanzar cotas más altas;
💧Acequia de Axares, que iniciaba en ese Barrio hasta la Mezquita Mayor y plaza Bibarrambla - posibilitó el desarrollo de Madinat Garnata (un ramal se dirigía por calle Elvira hasta la puerta del mismo nombre);
💧Acequia de Romayla, que era una derivación de Axares y cruzaba al otro lado del río Darro.
Con
la dinastía nazarí se decidió
trasladar el poder a la Colina Roja, donde ya existía un recinto militar, futura
ciudad palatina con todos los elementos de la urbe islámica medieval a pequeña
escala.
Para
ello, se aseguró en primer lugar el
abastecimiento de agua, tomándola del Darro mediante la Acequia Real y luego se establecieron explotaciones
agrícolas y fincas de recreo más elevadas que la almunia del Generalife, para
lo que tuvo que redoblar el caudal de la Acequia Real y disponer de otra
canalización más. Además, con la progresiva construcción de la Alhambra, se fue
extendiendo la red hidráulica por sus palacios.
La
distribución del agua se hacía mediante acequias a cielo abierto en el exterior
de la ciudad y por cauchiles y tuberías intramuros. Para su almacenamiento se
utilizaban albercas, aljibes o tinajas. Además de la red de acequias, el mejor
sistema era el constituido por la treintena de aljibes públicos que se
dispusieron en la colina del Albaycín, que no tiene parangón en ninguna ciudad
de al-Ándalus.
El agua de estas acequias servían para:
💧Irrigación de las tierras de cultivo.
💧Energía hidráulica motriz.
💧Abastecimiento a oligarquía y población.
Los
Reyes Católicos, asombrados por el magnífico sistema desarrollado en el
territorio granadino, lo mantuvieron a base de medidas y ordenanzas basadas en
las costumbres musulmanas de reparto de las aguas.
Muchas
de estas infraestructuras hidráulicas se han conservado hasta nuestros días (acueductos,
albercas, aljibes, pozos, baños urbanos, fuentes de abluciones, puertas
fluviales…), por lo que dar un paseo por Granada es literalmente un viaje al
pasado.
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